KUALLI TLANEXTLI

PAOLA SANTANA, 2005

"QUE SU SOL SEA BRILLANTE"


IN TLANEZTIA IN TONATIUH NOCHTIN


DE EMILIO ALVARADO

Conocí al capitán Emilio en la fiesta de Huitzi...yo era pequeñita, a caso cuatro años de edad cuando sucede nuestro primer encuentro...Era la velación de la Santa Cruz de San Francisco, un grupo de gente cantaba y tocaba algún instrumento mientras estaban sentados al rededor de la cruz, tres voces predominantes, ahora las identifico, era Josefina Garcia, Miguel Alvarado (hijo) y Andrés Segura Granados, los cuales contestaban a la voz de un señor que no podia ver porque estaba detras de un bote con flores, gladiolas rojas creo...fue entonces cuando me levante de la escalera en la que estaba sentada y le dije a Vero (hija del capitán Javier Barcenas dueño de la casa en donde se realizaba la velación), "¿quien es?, quiero tocar su sonaja", Vero se rió mucho y me dijo -ese jefe es muy estricto, creo que papá no le cae muy bien, mejor no te acerques- entonces me dio miedo, aun así me asomé y lo vi en su silla. Al día siguiente, cuando detenían la peregrinación a la iglesia para danzar enfrente de mi casa, volví a ver al señor de la silla, me dijo, -¿quieres danzar con nosotros?-sugerencia que supongo hizo porque yo brincaba cual chapulin cuando escuchaba el tambor, y a la cual solo pide mover la cabeza en señal de negación, él tomo mi manita y la beso le llamo a alguien y se fue, cuando me dio la espalda corri atras de el y le dije que me prestara su sonaja, miro a su mamá regresó su mirada a mi y me dió su sonaja. Toqué poco aquel instrumento pues solo él sabía como darle buena acústica a esa cosa de lata oxidada y abollada, cuando le regrese la sonaja, me dijo algo pero ya no me acuerdo que....

... años pasaron, veía a los jefes y me asustaba, tata Camilo era fuerte, Andrés y Felipe también, pero Emilio era mi favorito porque era el único que se reía conmigo y me prestaba su sonaja, uno de esos años me convencio para danzar, no dijo nada, solo se detuvo allí, donde siempre enfrente de mi casa y me sonrió, doña Jose, como le dice mi mama a la máma del Jefe, se acercó y me dijo -vente, le pedimos un vestidito a la esposa de Pedrito (hijo de Miguel Alvarado chico), fui con ella y dance....asé pasaron tres o cuatro años, no me acuerdo, danzaba solo en la fiesta de San Francisco, hasta el día en que mi jefe no llego, me dijo Doña Jose que había muerto...ya no le pude decir lo que pasaba conmigo y la danza...fue entonces cuando decidí integrarme al grupo de la capitana Josefina García, la mesa de la Virgen de San Juan...


El jefe Emilio fue un conchero en sus inicios, heredero del capitán Miguel Alvarado quien fuera conquista del célebre, en los grupos de danza, jefe Fidel Morales. Tata Emilio nació siendo guardador de la palabra, por tal motivo, debia ser diciplinado en las cuestiones de la tradición conchera, su mamá, Josefina García (actual generala de grupo de danza azteca de la Virgen de San Juán), se encargaba de presentarlo puntual a las obligaciones de danza en donde seguía enfrentar el rigor de su papá y de su abuelo espiritual Fidel (cabe mencionar que su abuelo biológico era don Felipe Aranda (grande) y cuya historia relatare en otro momento), quienes le enseñarían el oficio de capitán y por supuesto, a portar el arma de los mismos, "la concha" . Emilio nació sano, corría y jugaba con su hermanito Miguel, pero la enfermedad llegó a él después de cumplidos los 10 años, comenzó por dolencias en las piernas y continuo haciendo daño en su cuerpo esa terrible enfermedad llamada artritis reumatoide hasta dejarlo postrado en una silla de ruedas y sin poder tocar la concha que por herencia y mérito le correspondía. Se entiende entonces que dejo de danzar, sin embargo pregono que el movimiento cósmico del universo estaba dado en cada ser y que podía replicarse y ofrendarse al dador de la vida toda vez que la voluntad prevaleciera y el cuerpo danzara...todo, con disciplina y en armonía. Mi jefe tocaba entonces una sonaja de las de metal, recuerdo que la sonaba fuerte y nunca perdía la vista de sus soldados. Con su silla y todo, lucho por recuperar los lugares de danza originales, tal y como lo hicieran sus padres durante la guerra cristera y la toma a manos del ejercito, de lo que quedo de Tlatelolco, así mi jefe peleo a lado de otros capitanes de la tradición, para que se reabriera la plaza del zócalo de la ciudad de México y asé poder continuar ofrendando la corona de flores, que es la danza...Cuentan muchas cosas de Emilio García, su nombre de pila, a mi me gusta escucharlas porque se que de alguna manera mi tata existe en esas palabras, hablan todos, abuelos y jóvenes, cuentan de sus viajes y sus conquistas para la tradición, de sus memorables reuniones con el general Andrés Segura quien lo nombrara su hermano espiritual y levantara un arbolito (estandarte) en memoria de su padre, el capitán Miguel Alvarado cuyo lienzo lleva pintada a la Virgen de los Dolores, debido a que el jefe murió un viernes de dolores de 1964 (Su levantada de cruz está parcialmente grabada en el documental "El es Dios" de Bonfil Batalla, acervo del INAH), y el cual da sombra al grupo de danza Azteca Xinachtli (semilla que germina). Dicen, que el jefe gustaba de la gente joven, le daba gusto ver el potencial espiritual de sus discípulos y era enérgico pero paternal con ellos, así surgió Tlalpapalotl, un grupo de jóvenes, artesanos en su mayoría, que entendieron el mensaje de tata Emilio y decidieron seguir sus pasos...Asé el jefe fue recorriendo lugares y gentes, tuvo dos esposas y siete hijos (si no mal recuerdo), conoció a varios de sus nietos y también les habló a ellos...

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