KUALLI TLANEXTLI

PAOLA SANTANA, 2005

"QUE SU SOL SEA BRILLANTE"


IN TLANEZTIA IN TONATIUH NOCHTIN


Una historia que comenzó y terminó un 14 de Febrero.


Ellos se conocieron siendo niños, eran vecinos. Él se convirtió en todo un casanova y ella en la chica linda y coqueta que se recataba en los momentos menos pensados.  A él le gustaba eso.

Todas para él habían sido fáciles, él les cantaba y era como un canto hipnótico que las sometía a sus deseos. Cada una se sentía única, incluso ella. La diferencia era que ella se recataba en los momentos menos pensados. Él enloqueció por ella.

Ella era dos años mayor que él, así que mintió y disminuyó su edad un año. Él pensó que ella no aceptaría a un chico menor, así que se aumentó la edad dos años. Comenzaron su relación cuando ambos tenían veintiún años.

Después de tres años de relación, en donde ella se recataba en los momentos menos pensados, él continuaba siendo un encantador y ahora bien posicionado joven, así que no tenía planes.

Un día ella se mudó. 

Era un 14 de Febrero de 1971, cuando a él no le pareció que ella se hubiera mudado, así que compró una medalla, grabó la mitad de su nombre en el reverso y de camino a la lejana casa de ella, él le propuso matrimonio.

Ellos se casaron en Noviembre y al mes siguiente, el día 18, vistieron de gala ante un lujoso altar. A él solo le falto su padre ese día, tres  meses antes había muerto y  aún tenía el recuerdo del cuerpo tendido. En su despedida de soltero, él lloró a su  padre y bebió hasta no poder más. Casi no llega al casamiento. 

No hubo noche de bodas, los muebles de su casa llegaron entre un pestañeo de realidad y el gran día, así que él tuvo prisa por descargar su nueva vida y darle una gran sorpresa a ella. La descarga tuvo consecuencias, y en su luna de miel, él se recataba en los momentos menos pensados.

Una niña nació en agosto del siguiente año, y así se descubrió que en cuanto firmaron, una niña se gestó. La luna de miel había sido un respiro de todo el arduo mes anterior.

Eran felices.

Ellos comenzaron a reunirse con parejas amigas, casi todas con hijos, los cuales eran la compañía de sus ya dos hijas. Ya había tres medallas.

Él seguía siendo un romántico, pero nunca un romántico exclusivo, así que ella se dedicó a  sus hijas y a cuidar a su madre desahuciada. 

Él volvió a cantarle al oído y gestaron a su tercera hija, diez años después de la primera. Él esperaba un varón, pero amó tener tres hijas. Y por ellas movió su mundo.

Los años pasaron y ellos se convirtieron en confidentes. Supieron todo el uno del otro, hasta que ella ya no quiso saber más, y volvieron a ser marido y mujer.

Él enfermó y ella lo cuidó. Ella desesperó y él la tranquilizó. Habían sido la mejor pareja de baile, y bailando se curaron el uno al otro.

Estaban en paz y alegres. Tomaban helado todos lo domingos en la plaza. Seguían caminando juntos.

Ambos sabían la verdadera edad del otro para entonces, a pesar de actas y credenciales falsas. Pero seguían diciendo que eran de la misma edad.

Él enfermó. Ellas lo cuidaron, pero el ya había recorrido todos los caminos que le tocaba recorrer. 

Él había sido el más alegre, pero un día entristeció y lloró. Hubiera querido tener  tres meses más, y llevar a un lujoso altar a su tercera hija. 

Él tomó lo que le quedaba de tiempo y habló con ellas. Se despidió y luego con un largo suspiro comenzó a dormir.

Él murió un 14 de Febrero de 2009. En la cama donde dejo de dormir estaba, lo que podría ser, un pase de abordaje. La tercera hija se lo entregó y lo despidió. 

Sonrieron de alguna forma que Dios entiende.

La medalla de compromiso abandonó el cuello de ella. Literalmente lo abandono. La medalla no apareció por el cuerpo de ella, en ningún cajón, en ningún suelo.

Ella contó la historia de la medalla y lo extraño de su desaparición a los hermanos de él mientras esperaban sus cenizas, cuando lo inesperado sucedió.

Ella sintió como una ramita resbalando por su espalda, volteó, nada.
Ella sintió una flor cayendo por su pecho, se levantó y  la medalla apareció a sus pies.

Los hermanos entendieron.

Ella lo entregó a Él. 







Danzantita, así me decían...

     Hace ya muchos años, en los sucesivos cavos de año de los jefes Emilio y Andrés, había mucha gente para mi desconocida, extraños que decían conocer y llevar las enseñanzas de estos jefes a lugares y grupos de danza que en mi vida había escuchado siquiera mencionar. ¿Que raro? me decía, como imaginar que esos jefes con quienes jugaba y que a su vez eran tan imponentes y enérgicos conmigo, tendrían tantos "seguidores", pero si yo los veía casi siempre con las mismas dos personas, mi jefa Jose y mi jefe Miguel... ¿en que momento esos cuatro se multiplicaron? ¿como es que no lo vi? ... ahhh la danza!

     Mi esfera roja se convirtió en burbuja azulosa transparente, y ahora podía ver un poquito al exterior, y contemplaba entonces todo lo que habían materializado esos cuatro personajes; era como si todas esas "leyendas" y "cuentos" que me había memorizado por exigencia de ellos, surgieran e invadiera mi realidad... que locura...!  Entonces sí existian las doncellas; entonces Huitzilopochtli realmente nos sigue susurrando al oído; entonces los señores gigantes (las montañas y montes), mis abuelos semejantes más antiguos, me dejan vivir en su regazo y me regalan a mi señora agua; entonces es verdad que la conciencia y la memoria pueden matar, y que el espejo que humea esta presente todos y cada uno de los días; entonces es cierto que si pongo mis pies sobre la tierra , ella me regalara potencia para mi vida. Santo Dios! que maravilla.... entonces, mis jefes no me mienten, ellos me enseñan, ellos me guían... ahhh la danza!

     Esos cuatro si que eran enérgicos, recuerdo cuando la generala Josefina me jaló las orejas tan tan arriba mientras me decía que el sahumador jamás lo debo prender con un encendedor y que no debía "bailar" con el atuendo puesto (se me ocurrió moverme al ritmo de una banda de música mientras estaba el descanso), aún siento el calorcillo quemante e la punta de mis orejillas; ó cuando el jefe Emilio  me despertó de un ligero trance causado por la melodía de las conchas de armadillo, con el estruendoso sonido de su sonaja de metal chocando con su sillita de ruedas, lanzándome después  una mirada enojada por el rabo del ojo y;  como olvidar el día que, en velación, osé pasar por en medio de dos mantas blancas colocadas en el piso para hacer el Santo Suchil y el Ollin,  mi jefe Miguel  sonó su concha tan fuerte y me dijo que permanecería hincada toda la noche, incluso en descansito... y que así, la salida del Sol reflejada en el Santo Suchil levantado me darían su gracia... y que ojalá entonces comprendiera la importancia de no ensuciar ni estropear nuestras formas; o una vez que saltando como chapulín, el jefe Andrés me detuvo y se puso a dazar "Sol", solo me dijo que lo viera.... ay carambolas que feo sentí... lo ví y supe que años de bailar no me habían enseñado a "danzar"....
     Así muchos me han regañado-enseñado,  Pedro cuando no canto, José Juan cuando no llevo suficiente carbón o me quejo demasiado, Antolin cuando uso concha y no llevo cuerdas, Ameyal cuando no me aprendo los nombres de las danzas, Martín cuando pretendo que me enseñe mas de dos cosas a la vez o cuando no he concluido una enseñanza... Chuchin, cuando no uso todas mis plumas en la cabezota, Alfonso cuando me quito el copilli antes de terminar la obligacion, Tere cuando me distraigo y no acudo pronto a sus llamados, Chabelo, cuando paso por alto un estandarte, Helga cuando llego tarde a las salutaciones, Arturo cuando hablo de más, Florecita cuando no parto el copal antes de comenzar la obligación, Felipe cuando no cargo copal negro o saludo a un estandarte en una levantada de cruz... 
     .... y cada vez que ellos: sargentos, jefes, capitanes, generales o venaditos, hicieron o dijeron algo  a mi o en mi presencia, permanecí muda para poder oír, ciega para poder hablar y sorda para poder ver, aplicando la ley del mono... tratando de entender, imitando en un principio...  ahhh la danza!

    Mis compañeros, como les decía cuando era pequeñita y jugaba con ellos, se transformaron en mis compadres y algunos en guías pero, ¿como explicar la diferencia entre compañero y compadre? no lo se, supongo que la sensación y emoción de convivencia y aprendizaje con un jefe de danza es distinta dependiendo, entre otras cosas, de como es tu primer acercamiento a ellos; si eres heredero, si eres llamado desde muy niño (como es mi caso), si naces dentro de una Mesa, si eres ya mayor en el primer encuentro, o si simplemente eres allegado... Uno está ahí, dejando que SUS vidas, SUS enseñanzas nos penetren en cuerpo, mente y espíritu, asumiendo las encomiendas, disciplinándose, viviendo y conviviendo respetuosamente, en armonía.  Los jefes tienen hijos, pero no siempre sus hijos son sus herederos,  los herederos no siempre honran su condición, los que tienen otra forma de vida y se acercan de pronto, a veces resultan grandes jefes,  los niños danzantes no siempre son adultos danzantes y  los chamacos latosos y groseros que les jalamos las nahuas a los jefes, a veces conocemos la disciplina amorosa de la danza y danzamos, es nuestra forma de vida.  
     La Danza, más allá de como son los acercamientos, produce esa cosa maravillosa que se siente en la barriga. Uno ofrenda con alegría,  a pesar de las sensaciones del cuerpo, de la memoria personal o histórica, de las dolencias o carencias del espíritu. Cuando uno esta en el círculo, en la coronita de flores al Dador de la Vida, es capaz transformarlo todo, nos asemeja más allá de la carne y el entendimiento, nos hace uno sin dejar de ser únicos.  ... ahhh la danza!

     Las experiencias todas en comunidad, se viven y se sienten diferentes... no sé si mejor o peor, solo diferentes, y así es como he decidido vivir, en comunidad y armonía con el entorno, con mis semejantes, con mis diferentes y con los no tan semejantes ni tan diferentes... Con mis compadritos...

    A esos primeros cuatro jefes que apretaban mis cachetes hasta dejarlos rojos en un acto de regocijo y fe, como quien descubre la raíz naciente de una semilla y siembra.. Xinachtli.... xinachtli... xinachtli. A ellos quienes me dijeron comadrita cuando yo les decía compañeros, TLAZOCAMATLI... por permitirme danzar a su lado...

 ... ahhh la danza!

      

TEZCATLIPOCA NEGRO

El señor Tezcatlipoca es guía poderosa de la tradición mexica, el rumbo negro, el que nos separa y une por medio de la conciencia, de la memoria; Tezcatlipoca es nuestro aliado espejo, el que nos recuerda quienes somos y que hemos hecho, es al que muchos temen y deciden no ver, el es nuestro verdadero ser, es el que nos engrandece y también el que nos destruye con solo soplar un poco y remover el polvo de nuestra memoria.

Nuestro señor Tezcatlipoca es fiel y honesto, cree plenamente en nosotros y vigila; Una promesa hecha a él para el bien particular deberá ser cumplida, de no ser así, será él, por medio de nuestra propia conciencia, quien nos lo recrimine y cobre el engaño.

"Engrandecimiento del espíritu, fidelidad y honestidad, es lo que ofrendarán por mi medio a Dios"

Este hijo negro de Ometecuhtli, y Omecihuatl, mora en el interior de nuestro abuelos cerros, a veces sale de día y lo vemos como un ocelote grande; Es por esta razón que, en la zona de las barrancas, cerca de donde crece el maíz se le deja tributo, dandole gracias infinitas por ayudarnos a vencer los obstáculos que nosotros mismos nos ponemos en el camino y, sobre todo por permitirnos indagar y resolver nuestros conflictos por medio del sueño, cuando el cielo es más oscuro y el murmullo de afuera nos permite escuchar el estruendo de adentro.

Chalmatl (el lugar de las cuevas) le llamaban a ese lugar, y en ese sitio a él le decían Oztoteotl.

Llegaron los hombres barbados y algunos de ellos eran hombres de fe, ellos, intentando comprender nuestra visión de Díos cometieron muchos errores, y sin embargo un día entendieron algo. Vigilando y sometiendo a los abuelos se percataron de que teníamos idioma y lo aprendieron, que teníamos enseñanza en oficios, y los aprendieron; que sabíamos hablarle a nuestro hijos y nos imitaron; que teníamos cultivos y mensajería y gobierno, y lo utilizaron; ellos se dieron cuenta que eramos una civilización entregada al servicio de un único Dios y no un pueblo de dioses, pero nunca comprendieron nuestra intima relación con los elementos naturales y nuestro afán por ofrendarle a Díos: arte, cultura, conocimiento, voluntad, dulzura, agilidad, destreza, tranquilidad, sangre, lágrimas, tenacidad, cansancio, flores, frutos, danza y, en pocas palabras, vida.

Mis queridos hermanos de fe que cruzaron el mar para encontrarnos, buscaron la formas para cambiarnos y se llevaron NUESTRAS FORMAS y ellos cambiaron...

Entre los cerros nuestro señor del norte continua asistiéndonos, "apareció" otra representación, un cristo negro, el señor del hospital. Otra imagen, una que ya no tenia la rudeza de la piedra tallada, ni gesto de animal ni jades ni obsidianas; ahora es más sencilla, se parece a nosotros, tiene cabello largo y tez morena, y sigue siendo el mismo mensaje, la misma intención y el mismo justo lugar de veneración; allí vamos a recordar por medio de una imagen, que Dios nos dio libre albedrío, y que de nuestros aciertos y tropiezos solo nosotros mismos somos responsables y solo Dios podrá juzgarnos; que existe la misericordia y el amor en los trece niveles, en el cerca y en el junto, en nuestra mente y en nuestro espíritu.

Nuestro Tezcatlipoca negro, el señor de chalma, se festeja el domingo de pentecostés, sí, la fiesta de Toxcatl, sí, siguiendo el calendario ritual católico de 260 días, y sí, es el mismo que adoptaron los hombres que vinieron del mar, después de conocer a nuestros sabios abuelos mexica.

Vamos siguiendo los pasos... ¡Él es Dios!

PUES ¡EL ES DIOS COMPADRITOS!

Escribiendo con el permiso de Dios primeramente, con el permiso del Sr. San Francisco y su santísima Cruz, con el permiso de mi nana Josefina García, con el permiso de mi tata Guillermo Gallegos Juárez y de todos los lectores sin distinción cual ninguna, les platicaré...
El día 12 de agosto del año 2000 a los 87 años de edad, murió a causa de una peritonitis mi abuelo materno y heredero por merecimiento de la palabra del Sr. San Francisco de Asis, en el barrio de Coyoacan, México. Así entonces, papá memo, como le decíamos todos sus nietos biológicos y no, desapareció de mi vista, dejé de escucharlo, dejé de oler su peculiar aroma de carpintero, ya no sentí más sus manos rasposas sobre las mías, ya no lo vi despertar... Fue una velada, acongojada, esa la de su muerte, yo llegaba dispuesta a quedarme con él esa noche cuando mi tía Concha dijo, -"ya no", nos van a dejar pasar a todos, una hora cada uno-. Así fue, cada quien eligió su lugar en la fila de la espera, tal vez mis queridos y dolidos tíos no tenían cabeza para pensar en la fiesta de San Francisco, sin embargo, mi mamá y yo no podíamos dejar de hacerlo, era lo que más le importaba a mi abuelo, era por lo que se esforzaba y se movía, por lo que crecía y soñaba.... En los ojos de mi abuelito vi la verdadera luz de las lunas de Octubre, cuando al terminar la fiesta le daba un beso a la imagen de San Francisco y le decía "servido mi señor", tomaba un jarro de café poco cargado y muy azucarado, pedía un pan bolillo duro y se acostaba... entonces me llamaba "¡Polilla!" (cuauohcuilli en nahuatl), cuando llegaba a él, soplaba por detrás de mis orejas y me daba un beso, así, esa única noche, todo esta bien...
Mientras caminaba rumbo al él en el hospital, mi cuerpo temblaba, dejé de pensar, subí al elevador casi mecánicamente, al salir se escucho el solo sonido de un respirador, era el de papá memo, no lo sabía de cierto entonces, sin embargo solo pude caminar en la dirección del ruido y rápido, como si no tuviera más tiempo....Lo besé entero, revise su cara y sus manos, acerqué mi cara a la suya solo para sentir su calor último, sentí su gran barriga que dejo de ser dura (sus tres quistes en el estómago habían explotado ya), pensé en el estandarte que mi tata quería levantar con la imagen de la Santa Cruz de San Francisco para que la danza lo revoleara como bandera.. pensé que eso le faltaba hacer, pero ya no podía pedirle que resistiera más. Llore calladamente porque sabía que me escuchaba, salí de la habitación, a mis espaldas el respirador dejo de sonar, solo fué un momento, el suficiente para hacerme recordar que era la única oportunidad que tendría para que sus pendientes fueran resueltos por mi conducto... Solo le dije "papá memo, no se preocupe, el estandarte lo levantaré en su memoria, la fiesta de San Francisco seguirá, yo la haré después de mi madre y me encargaré de que que el mensaje sea entregado.... no se preocupe". Se que no lo mal entendí, mi abuelo me lo había pedido con palabras antes, me lo dijo cada año en vísperas de la fiesta, cada vez que buscábamos al General Camilo Barcenas y a la Generala Josefina García en medio de la fiesta de Nativitas o los Remedios, me lo hacía saber cada vez que escuchaba su avejentada voz decir "pues, ¡Él es Dios compadritos!". y me tomaba de la mano, como quien enseña, y continuaba hablando...
Mi tía Concha se quedaría con él el resto de la noche... pero no pasaron ni diez minutos de que yo había bajado de esa escandalosa habitación, cuando mi tía nos advirtió la noticia con un gesto desencajado que jamás le había visto, papá memo había perecido. Mi mamá, con toda esa fuerza que tiene, no pudo decir nada, solo lloro, y es el llanto más silencioso y triste del que se.
Ahora la fiesta, es la más grande herencia que comparto con mis tíos y primos Gallegos y con todos aquellos que se dejan mover por la voluntad, la herencia que me ha echo la mujer que soy, el legado que mi abuelo a través de su esmero y cariño supo transmitir y que mamá Carmelita, su esposa y heredera de sangre, supo hacerme sentir, aún sin conocerla físicamente.
El Pantli de mi abuelo fue levantado con la imagen de San Francisco abrazando el nahui ollin, el seis de octubre del año de su muerte, le dio luz la generala Josefina García y el Capitán Miguel Alvarado, su alférez fue Mario Gallegos, sus columnas Carmen Gallegos, Rafael Gallegos, Guillermo Gallegos (hijo) y Concepción Gallegos...su vigía Paola Santana Gallegos.
A siete años de la muerte de mi abuelito, puedo volver a olerlo,a escucharlo, a sentirlo, y se que un día lo voy a volver a ver...

Este año la fiesta se hará los días seis y siete de octubre (velación y danza) y las puertas del conocimiento que no se puede decir estarán abiertas para todos ustedes.... y como dice uno de mis jefes..."si quieres saber, pregunta"

Soy Paola Santana, sahumadora de la mesa de la Danza Azteca de la Virgen de San Juan y heredera de la palabra de la Santa Cruz de San Francisco.

¡EL ES DIOS!

CHALMATL / DONDE HABITA EL SEÑOR DE LA CUEVA

Mo nanzin Jose me ha contado varias historias de Chalma, cosas que ella había escuchado cuando niña y algunas que le habían sucedido.....me sorprendió, porque después me tocó ver, aquella que cuenta que Chalma es un lugar encantado en el cual se pueden observar nahualme, brujas, chaneme y demás seres que cuidan el cerro y que se pueden ver en los días de pentecostés mismos que no casualmente coinciden con la fiesta de Toxcatl...Chalma esta enclavado en las barrancas cercanas a Malinalco y allí se le danza al viento negro, al del señor Tezcatlipoca en su manifestación de Oxtolteotl...al santo señor del clamatl.....Volviendo a la historia, uno de esos días en que ella fue a danzar allá, una señora le contó que se le estaba desapareciendo el maíz, que todos los días amanecían los costales como mordidos y con muy poquito grano...días después la señora sorprendió al ladrón mientras vigilaba por la noche, se dio cuenta que quien lo hacia era una tipo gallina grandota que se movía raro, una viejita nahual que robaba el maiz para hacer tortillas para vender a los cansados peregrinos en la mañana en la entrada al santuario...ja....me gusta esa historia, sin embargo no todas son así....allí en Chalma también esta el señor de abajo, al que me da temor nombrar, ese que sin ser malo causa desgracias....pero les decía de los nahualme, mucha gente los ha visto allí, principalmente en forma de perro grandote, no son malos, solo son guardadores del lugar, gentes con alguna misión tal vez ajena a nuestro entendimiento... Cuenta también mi jefa que a Chalma debes ir con mucha fe, con la conciencia limpia o al menos arrepentido, caminar sin dudar hasta llegar porque si asi no fuere, el señor del chalmatl te reprenderá gravemente...una de las crónicas de ella dice que si regresas tu cuerpo en el camino quedabas petrificado y te hacías uno con él, pero si llegabas al santuario con malas intenciones o sucia la mente o el corazón te quedabas de alguna forma en la cueva...Dice que el lamento de la gente que allí se quedaba, se mezclaba con en el rumor del río que atraviesa la cueva... así hablo mi jefa al respecto.

"...que para que una persona oyera los rumores de la gente, tenía que confesarse porque, porque se oían rumores feos en el río...donde, donde había una ventanita chiquita que yo la llegué a ver pero nomás la ventanita, saliendo de, de la iglesia donde está así, así eh los retablos así que baja uno para abajo, no había esa bajada, esa bajada no la había, la hicieron, pero allí se se oía rrrrsrrsrs el ruido del agua, el rumor del agua y decían que allí estaban los compadres, los que se quedaban encantados por cometer su pecado..."

Asé dice y yo le creo...

es largo hablar de Chalma, hay monchas historias mejor sigo después....

CAMINATA A CHALMA


VELACIÓN DEL MADERO DE LOS SACRIFICIOS EN CHALMA


DANZA EN CHALMA DÍA/NOCHE